BIOGRAFIA

Desde muy pequeña, su vida ha estado marcada por hechos que desafían la lógica, el tiempo y la medicina. A los siete años, un carro pasó sobre su cuerpo. Las fracturas eran múltiples. Los diagnósticos humanos hablaban de secuelas permanentes. Pero el milagro se manifestó: sanó por completo. Y caminó. A los 21, mientras se preparaba para una presentación de ballet en la universidad, cayó. El diagnóstico fue devastador: fractura de médula espinal, pérdida de reflejos y movilidad en las piernas. Los médicos dijeron: “no volverás a caminar”.

Pero ella escuchó otra voz, una más profunda que el miedo. Una voz que no venía de fuera, sino de dentro: "Por mí, tú vuelves a caminar." Y así fue. En cuestión de meses, caminó. Y nunca volvió a ser la misma.

Su historia está tejida de instantes donde la fe venció lo imposible. Tras años de infertilidad confirmada por la ciencia, llegaron sus hijas: María de los Ángeles y Laura Victoria, sus dos milagros vivientes.

En medio de un vuelo sobre la selva amazónica, el avión en el que viajaba con su familia se incendió. La hélice prendió en llamas... pero se apagó sola, antes de estallar. Otra vez, Dios presente.

Entre el año 2020 y el 2025, atravesó uno de los procesos más desafiantes de su vida: un diagnóstico de cáncer que la llevó por el camino de la quimioterapia, la radioterapia y ocho cirugías. Y sin embargo, lo que encontró no fue oscuridad… fue propósito.

Comprendió que no estamos solos. Que cada parte del proceso es un peldaño en la evolución del alma. Que incluso en medio del desafío, Dios habla, guía, actúa y sostiene.

Una frase que resonó en lo profundo de su ser fue: "Esto también pasará. No estarás sola. Mantente centrada en las bendiciones, sin importar lo que suceda. Mantente ahí." ¡Y compartelo! Así fue.

Y así continua desde la fe en la guía de Dios, consciente de que existe un equipo celestial unido al equipo de la tierra que nos apoya y genera todo bienestar para resolver cada situación.